domingo, 27 de septiembre de 2009

¡Huy qué despiste!

Que Soledad Gallego-Díaz es una periodista excelente es sabido. Además tiene una mirada perspicaz, que hoy ha visto esa sutil perversión de los discursos aceptados y nunca discutidos.

Resulta que estamos buscando un Mr. Europa, y como estará de ramplón el panorama, que pasamos revista a ver quién es el menos malo de los peores (he imaginado por un momento que Tony Blair sea el presidente de todos los europeos y se me han puesto los pelos como escarpias; capaz de declararle la guerra a Mongolia, que la capacidad mortífera de las gayatas de los pastores nómadas es para asustar). Claro que hay algunas opciones que no solo no son de las malas, sino que son, incluso, un poco buenas.

Pero yo no lo argumentaría mejor que la periodista. Léanlo. Parece mentira que no nos hayamos dado cuenta. ¿O algunos sí se habían dado cuenta?

Porque... de que los ciudadanos europeos elijamos nuestro presidente, nada ¿no? Pues a mí esto de la democracia de tercera o cuarta mano empieza a parecerme poco democrático.

PS: Para que conste, no creo que ser mujer tenga que ser uno de los criterios en la distribución de ayudas a la creación cinematográfica.

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