jueves, 1 de octubre de 2009

Mujer atropellada en la Jonquera

El 19 de septiembre murió atropellada una mujer. La prensa se hizo eco de la noticia. Es fácil encontrarla en Internet; basta poner en el buscador las palabras prostituta atropellada Jonquera, que aparecían en el titulares de la noticia de la mayoría de los medios de comunicación (excepto alguno raro, como soitu.es, entre cuyos méritos está enlazar con el blog de Gervasio Sánchez, otro de esos periodistas de pluma y cámara inteligente y ética admirable).

Así que la mayoría de los periodistas nos contaron que era prostituta, que era nigeriana, que trabaja en el putiferio de La Jonquera y que no tenía papeles (y por eso cruzó la carretera sin mirar y corriendo huyendo de la policía). Hoy, en La Vanguardia, en una sección llamada Colaboran, y que consiste en "la actualidad vista por los lectores", la presidenta de la Cruz Roja en Girona nos cuenta que la mujer que murió en La Jonquera atropellada —por un tipo que salió huyendo— se llamaba Ivie, tenía veintiún años, había llegado desde Nigeria, ejercía la prostitución y participaba en un taller formativo de la Cruz Roja porque quería buscar otro trabajo. Una historia vital, una persona que era, como todas, algo más que la profesión que ejercía.

A mí me interesaban esos datos, pero los periodistas buenos, eso que trabajan en los medios grandes, no los consideraron importantes. Quizá estoy paranoica, pero lo cierto es que me da rabia que solo me contaran que era prostituta y nigeriana, y me da rabia porque me parece que me manipulaban y creo que no era casualidad que ese tratamiento de la noticia coincidiera con las que ¿informaban? de que prostitutas nigerianas ejecicían su trabajo en la vía pública y acosaban a la gente en Barcelona.

La democracia pasa por la opinión, y para formarse una opinión hay que tener información. Va a ser fácil opinar que las prostitutas son desalmadas, tontas, agresivas, incívicas, peseteras... y si son nigerianas, ¡ni te cuento!, muy diferentes de, por ejemplo, los consejeros delegados de bancos nacidos en Bilbao (o en cualquier otro sitio).

PS La vida y el nombre de Ivie me interesarían lo mismo, o más, si no hubiera seguido ningún curso de nada o no hubiera querido cambiar de trabajo; y también si hubiera nacido en Groenlandia o en Burgos.

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