viernes, 9 de octubre de 2009

Hacerse el sueco

A mí me gusta Obama, de verdad, me tomaría unas copas con él y, quizá, algo más, pero el Nobel de la paz... Yo, que no soy la persona más prudente del mundo, hubiera esperado un poco. Claro que los señores de los Nobel han debido de estudiar el mismo curso de miembro de comité que los olímpicos; ¿o es que alguien sabe cuáles son los criterios, el funcionamiento, quién los nombra...?

Que la candidatura se presentara pocos días después de salir elegido (es decir, que se preparó antes de ser elegido) no me hace pensar en una maniobra política, noooo. Pero si el premio es porque tiene intención de que el mundo sea mejor no van a tener metal bastante en Suecia para acuñar la medalllita. ¡Anda que no conozco gente que con las mismas intenciones! Pero ya se sabe que de buenas intenciones esta el infierno lleno.

No puede ser por falta de candidatos porque había doscientos cinco, entre ellos ¡Oh cielos!  Sarkozy y Berlusconi. También había en la lista personas que llevan años (y quiero decir veinte o treinta años) dejándose la piel por la paz, sufriendo represión, persecución, cárcel, aguantando vejaciones y fracasos, volviendo a intentar la paz una y otra vez, y, a menudo, obteniendo logros, a veces pequeños, pero siempre mayores que los del muy cool presidente de los Estados Unidos. Claro que son africanos, asiáticos y sudamericanos, salen muy poco en la tele y no cuentan a las agencias de noticias todos lo pasos de sus hijos y de su perro. Por eso no sabemos quiénes son ni lo que hacen, por eso y porque somos unos paletos.

El premio vale lo que vale. Entre los que lo tienen están Kissinger (instigador de asesinatos y crueldades infinitas impunes para la eternidad) y Al Gore, al que se lo dieron por lo que dice que hay que hacer, ahora que no es más que un conferenciante carísimo, y no por lo que hizo (nada) cuando era el vicepresidente del país más poderoso del mundo.

Ojalá sea un crédito bien empleado y lo devuelva con intereses (cierre de Guantánamo y de las cárceles secreta en Europa, pacificación de la región de Afganistán-Pakistán, Oriente Próximo, Irán,...) y más pronto que tarde.

Ahora, al que le tienen que dar ya un premio de lo que sea es al que le lleva a Obama eso del marketing ¡qué tío!

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