Hoy el mundo está más o menos como ayer. Me encantaría ir a Mogadiscio, aunque solo fuera por pronunciar muchas veces en voz alta semejante topónimo. Pero no está la capital de Somalia como para ir de vacaciones. Allí vamos a esquilmar el mar, pero cuando se matan entre ellos (que no saben que su religión les prohíbe guerrear en el sagrado mes de ramadán) hacemos como que no nos enteramos. Hay que mirar esas fotos, quien pueda sin llorar ni encalabrinarse, para que luego las cosas no nos parezcan tan extrañas.
Quizá si en Somalia se hubieran quedado mirando la Luna... porque digo yo que tendrían la misma Luna que yo tenía en mi balcón. Esta de aquí.
La Luna de Mogadiscio seguro que te miraba con admiración.
ResponderEliminarSalud